Generalmente, en una relación de pareja esperamos romanticismo y detalles inolvidables que nos hagan sentir mariposas en el estómago y nos lleve a imaginar una vida plena a lado de la pareja ideal. Pues, ¿Quién no se ha ilusionado sobre el encuentro con el verdadero amor? Esta ilusión nos lleva a imaginar lo que “debemos vivir en pareja” y como “debe actuar mi pareja” para saber que me ama y me seguirá amando. El problema no es el deseo de tener una pareja que realmente nos ame sino la forma en como solemos pedir y dar ese amor, tenemos que estar muy atentos porque para diferenciar una relación amorosa y sana y una relación codependiente. Es sencillo para muchos definir el comportamiento que los enamorados deberán de tener para saber que se aman pero no es tan sencillo reconocer cuando se ha convertido en dependencia y no en amor. En las siguientes líneas describiremos los principales síntomas de una relación codependiente de modo que no lo confundamos con el amor y romanticemos algo que en realidad podría ser dependencia. Toma nota y analiza si te identificas con algunos síntomas para prevenir y no caer en una “forma de amor” dañina para ti pero sobre todo que te aleje de la meta de conseguir y ser una pareja sana.

front-view-of-boy-with-anxiety Girl with chain locked hands using a smartphone isolated on white background

En una relación codependiente la persona amada es lo más relevante en la vida, nuestra prioridad número uno por ejemplo podríamos ocultar nuestras propias necesidades para cubrir las de mi pareja, podría incluso negar lo que prefiero comer, vestir o ver en la tv para poder mantener satisfecha a la persona amada, con ello abandonamos nuestras preferencia y dejamos de lado otras áreas de nuestra vida decidimos invertir tiempo, dinero y toda nuestra energía solo a “crecer” en pareja y dejamos de priorizar el trabajo, los hijos, nuestros pasatiempos, la familia, la salud y nuestras actividades placenteras, nos olvidamos que somos seres humanos compuestos por diversas áreas y no solo somos pareja.

Cambiar las prioridades

Además, priorizamos el estado de ánimo del otro, es decir, estamos en función de cómo el otro se siente y esto nos lleva a estar en constante hipervigilancia de las emociones negativas de mi pareja y se procura que experimente mayormente emociones positivas para beneficio de la relación causando que nos sintamos realmente responsable de los malestares emocionales de la pareja haciendo hasta lo imposible por generar bienestar emocional y esto favorezca la relación de alguna manera, buscamos que la persona amada sufra lo menos posible, hasta el punto en qué podríamos olvidarnos de nosotros (as) mismos (as)
Comúnmente suele existir una preocupación excesiva de que esa persona nos acepte y solemos ser capaces de usar un camuflaje con tal de ser agradables a los ojos de nuestra pareja. Buscamos que esa persona nos valide constantemente para sabernos y sentirnos importantes o valiosos en la vida, estás ideas nos llevan a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para conseguirlo, nuestra mente refuerza la idea que mi valor personal es cambiante y depende de lo que mi pareja haga, diga, piense o sienta.

Cabe hacerse la pregunta ¿Estás con tu pareja por no estar solo(a) o porque realmente le amas? Un síntoma más de la codependencia va en relación a la fuerte incomodidad con la que se vive la soledad, tenemos miedo de estar solos/as, sentimos miedo ante la idea de que esa persona pueda abandonarnos, la codependencia nos dice que es mejor pasarla mal que sin compañía, este síntoma es peligroso porque podemos ir en dos direcciones o busco con insistencia a la persona y le exijo que elija estar conmigo o acepto con mucha facilidad a alguien nuevo con tal de no estar solo/a.

Dentro de la relación codependiente podríamos someternos a la voluntad de mi pareja sin cuestionar absolutamente nada puesto que priorizamos sus necesidades y emociones no hay nada más importante que complacerle y hacerle sentir bien todo el tiempo posible porque nuestro propio bienestar emocional depende de ello, de su trato, de sus palabras y de las emociones que experimenta, la “sumisión” y carencia de límites es un medio para llegar a la satisfacción de las necesidades de la pareja, por supuesto, olvidando las propias.

Set of people with mental problems. Women and men suffering from breakup, love addiction, megalomania, psychological manipulation and dependency. Mental disorders metaphors flat vector illustration 4836906 En una relación codependiemte tenemos muchas creencias que la mantienen, entre ellas la creencia de que “el amor es sufrimiento” está idea nos lleva a ser permisibles, no poner límites o incluso sentirnos con el pleno derecho de dañar al otro porque si es mi pareja debo y debe aguantar todo porque así es el amor, sobre todo el amor verdadero. Se piensa que no cualquiera es capaz de aguantarme o de aguantar a la pareja solo el verdadero amor es capaz de quedarse a pesar de todo, a pesar de que mis derechos pueden ser trasgredidos, a pesar de que yo trasgredo los derechos de mi pareja, a pesar de que no estoy logrando alcanzar mis metas porque son primero las de mi pareja, a pesar de que ya no experimento felicidad ni seguridad en la relación pero aun así no puedo salir de ahí.
Surge una sensación de control en donde realmente puedo llegar a creerme la idea de qué puedo afectar la conducta de esa persona por ejemplo si yo soy “buena pareja” y contesto de forma rápida los mensajes entonces mi pareja tendrá que contestar como yo lo hago el problema es que eso nos lleva a tener una fuerte demanda de reciprocidad y en la carencia de ello una falsa sensación de necesitar que nos sean recíprocos, a partir de esa sensación podríamos llamar repetidamente o mandar muchos mensajes de modo que la pareja sea recíproco en nuestro contacto telefónico y eso nos lleve a mantener la idea de que efectivamente tengo cierto control del como mi pareja puede comportarse con respecto a mí.
Por último, el síntoma más común: la sensación de que mi vida no podrá ser feliz si la relación termina porque si eso sucede es lo peor que podría ocurrirme, es como el fin del mundo. Esto se forja a partir de la idea de necesidad de la presencia del otro, la ausencia duele, la ausencia “quema” y se piensa como algo completamente intolerable, la persona que lo vive disminuye el disfrute natural de las cosas y de la vida en general por qué cree en la idea de que sin la persona amada la vida carecerá de disfrute alguno. Y si por algún motivo la persona comienza a disfrutar en ausencia de la persona amada, podría aparecer la culpa porque se piensa que si disfruto en su ausencia entonces significa que no tenemos amor verdadero y es como una traición que yo no puedo permitirme.
La codependencia suele romantizarse y se romantiza tanto que caemos en la falsa idea de que tenemos el “amor verdadero” en una relación así cuando en realidad los vínculos que generamos son poco sanos y llenos de sufrimiento emocional que no hablan más que de codependencia.

Este es un solo ejemplo de los cientos de ideas que puede producir la codependencia o la situación que propicia esta situación pero como podemos ver, si dividimos el problema en secciones más pequeñas será más fácil para nosotros visualizar el problema para tener una mejor estrategia. Si te ayudó este texto, no dudes en compartirlo con tus conocidos y con las personas que se encuentran en una situación de codependencia y recuerda que en IPSI puedes encontrar la ayuda que necesitas, ya seas paciente o psicoterapeuta, es seguro que tenemos las herramientas para apoyarte

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