¿Friend or foe?
La han considerado como una de las enfermedades del siglo XXI, la industria farmacéutica ha crecido constantemente buscando «curarla» y cada día más y más personas en el mundo la presentan contundiéndola con otras emociones como la tristeza, el enojo o el mismo estrés. La ansiedad ha llegado para quedarse (y no es tan reciente como pensamos), nos acompaña nos guste o no en algún punto de nuestras vidas y ciertamente suele ser incomoda y mucho más cuando no sabemos reconocer que la presentamos y no tenemos las herramientas para una mejor gestión de esta.
Te daremos el primer spoiler, la ansiedad no es tu enemiga por muy incomoda o intolerable que parezca, y por muy extraño que parezca, es posiblemente la emoción más especial que tenemos. Haz memoria ¿Cuando fue la última vez que sentiste ansiedad o cuando es más frecuente que sientas ansiedad?, posiblemente te hayas encontrado en tu trabajo en la escuela, aunque en estos momentos el hogar se ha vuelto por ratos ambos. Imagina esa última ocasión donde te sentiste preocupado por algo, yo por ejemplo pienso cuando tuve que ir al doctor, llevaba algunos días con la visión borrosa y no encontraba la razón, antes de ir llegué a pensar en los peores escenarios, ahí fue donde me di cuenta que estaba sintiendo ansiedad.
Pero si nos damos a la tarea de buscar ansiedad en internet encontraremos un mundo de resultados que en ocasiones suele ser bastante abrumador enfrentarse a todos los trastornos de ansiedad que hay en el internet, ataque de ansiedad, ataque de pánico, crisis de ansiedad; y si no somos guiados probablemente podamos llegar a conclusiones no buenas o incorrectas sobre que es cada uno o si realmente existe lo que nos están diciendo, si existen investigaciones que validen estos artículos.
La ansiedad nos mueve
Muy posiblemente la ansiedad me haya movido a agendas una cita con el oftalmólogo para que revisara mi ojo, y muy seguramente si no hubiera sentido nada de ansiedad no hubiera agendado una cita y seguiría con el mismo problema o inclusive pudiera haber empeorado, la ansiedad fue y es mi amiga, por que la reconocí a tiempo y tuve las herramientas para afrontarla y utilizarla a mi favor.
¿Pero que sucede cuando no la reconocemos ni contamos con estas herramientas?. Pienso ahora en el caso de Javier, un estudiante de último semestre de ingeniería, Javier lleva más de un año trabajando de en su tesis de resistencia de materiales, constantemente ha sido supervisado por su profesor y este le ha mencionado que la siguiente presentará su investigación para ser evaluada. Javier piensa que su proyecto tiene muchas fallas a pesar de que su profesor solo le marcó algunos errores de ortografía que puede revisar en menos de 30 minutos, así que está considerando pedir un aplazamiento para esta evaluación. Si Javier decidiera hacerlo, posiblemente postergaría otro año su titulación y atrasaría un año sus planes de buscar empleo en empresas.
¿Y que puedo hacer entonces?…
En esta situación la ansiedad ha tomado el papel de antagonista ya que lejos de ayudarle a avanzar solamente está postergando este evento, si Javier tuviera las herramientas para primero, reconocer que está presentando ansiedad, y segundo, manejar de manera funcional esto, la ansiedad sería protagonista e inclusive heroína de la historia.
Para terminar, te quiero dejar con una pregunta que profundizaremos en otra ocasión ¿Cómo se que tengo ansiedad?, o mejor dicho, ¿Que siento en mi cuerpo cuando tengo ansiedad?.
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