¿Qué es realmente la depresión?, seguramente si eres terapeuta o no has escuchado esta palabra en algún lugar tienes ciertas ideas sobre esto, y mientras más investigamos o profundizamos en el tema nos encontramos con palabras que pudieran confundirnos o preocuparnos, distimia trastorno depresivo mayor, trastorno depresivo persistente, o inclusive esi en algún momento de nuestra vida si creemos tener depresión acudimos a confible google para buscar “síntomas de depresión” y nos topamos con un mar de resultados que seguramente nos terminará por confundir sin la guía adecuada, empecemos por el origen.
Recordemos que somos…
Eres un ser humano y te guste o no has nacido en un mundo donde tendrás que lidiar con tus emociones el resto de tu vida, pero probablemente después de tantos años de estar vivo o viva, no tienes ni la menor idea de cual fue la razón por la que te fueron dadas. Pues bien entonces es importante aprender a convivir con el enemigo, aunque ¿realmente tus emociones son peligrosas?
¿Es mi enemiga esta emoción?
Las emociones no son buenas ni malas, es un error considerarlas de tal forma y de hecho el verlas así limita mucho nuestra capacidad de comprender la naturaleza humana. En Psicología decimos que las emociones son funcionales y disfuncionales, a lo que nos referimos es que todas las emociones fueron diseñadas para cumplir una función en nuestra vida y cuando cumplen dicha función decimos que son “funcionales”; por ejemplo la ansiedad sirve para que escapes de una situación que pone en riesgo tu vida como un ladrón, o un animal salvaje; sin embargo el escapar de tu suegra, de un examen o de una exposición frente a tus compañeros no pone en riesgo tu vida y si y huyes de esas cosas al sentir una gran cantidad de incomodidad ahí diríamos que tu ansiedad es “disfuncional” porque no está cumpliendo el propósito para el que originalmente fue diseñada. O por ejemplo decimos que el enojo es “funcional” cuando nos permite ponerle límites a las conductas ofensivas de los demás, como por ejemplo cuando le digo a un amigo o a un familiar que algo que están haciendo no me gusta y que preferiría que lo dejarán de hacer, es decir ese enojo me moviliza a modificar o alejarme de una situación desagradable, sin embargo que ocurriría si en vez de decir que algo no me gusta ataco física o verbalmente a esa persona con ña intención de lastimarla o humillarla, en tal caso el enojo no está cumpliendo con su función original y de hecho se convertiría en otra emoción llamada furia.
Todo tiene una función
Si hablamos de la tristeza es necesario regresar al mismo principio. Imagina que todo en esta vida tiene un propósito, imagina que la madre naturaleza o que Dios como tu lo prefieras ver decidieron crear algo llamado tristeza con una finalidad bastante útil que nos ha permitido sobrevivir como especie humana después de tantos años, así es, la tristeza ha garantizado nuestra supervivencia aunque no lo creas. Te lo explicaré de la siguiente manera, imagina que uno de tus seres amados está llorando porque acaba de perder algo o alguien valioso ¿Qué harías? Lo más probable es que respondas diciendo que abrazarías, consolarías, platicarías o ayudarías a la persona que tanto amas y si respondes eso lo más seguro es que estás experimentando un sentimiento llamado empatía; la empatía nos permite ponernos en los zapatos de los demás y comprender su dolor. La tristeza de tu pareja, de tu hermano o de tu madre te motive a brindarle cualquier forma de apoyo a esa persona. Si fuese al revés, la tristeza que sientes al haber perdido algo o alguien valioso motivaría a la gente que te rodea para acercarse a ti mediante un abrazo, un beso, una palabra de aliento, un préstamo económico o ayudándote a resolver un problema que te permita afrontar de manera más sencilla la pérdida que te ha llevado a sentir esta tristeza.
Esa delgada línea
Sin embargo existe un peligro real de que esa tristeza deje de ser “funcional” y se convierta en una emoción completamente “disfuncional” llamada “Depresión”. Imagina que cuando pierdes algo o alguien valioso es completamente natural sentirte triste durante un tiempo, pero el problema con la depresión es sentirte muy pero muy triste durante mucho tiempo, si esto ocurre habrá consecuencias que mantengan a la depresión para siempre, porque la Depresión es narcisista; es decir la Depresión está enamorada de sí misma y buscará por cualquier medio que te sigas sintiendo deprimido(a).
La mayoría de los seres humanos pasamos de sentirnos tristes a deprimirnos cuando ocurren al mismo tiempo varias condiciones.
La primera se da cuando al perder eso que valoramos comenzamos a pensar cosas negativas sobre nosotros mismos y sobre nuestro futuro; esos pensamientos incrementan profundamente nuestro malestar.
¿Cuándo se vuelve esto un problema?
La segunda condición tiene que ver con lo que hacemos o con lo que dejamos de hacer; piénsalo así si alguien que se siente triste tras esa pérdida hace cosas como dormir, beber alcohol, comer, pasar mucho en tiempo en redes sociales o trabajar en exceso todo esto con la finalidad de “olvidar” por un rato o de “disminuir” sólo por un rato esa tristeza, dichas conductas sin lugar a dudas llevarán a la misma persona a “dejar” de hacer otras cosas agradables, placenteras, valiosas, productivas o importantes en los siguientes días, semanas o meses; es decir esa persona terminará por dejar de hacer todas aquellas actividades que le permitan entrar en contacto con las cosas agradables, placenteras, valiosas, productivas o importantes de su vida, generando una serie de pérdidas que sólo provocan más dolor.
Así que pensemos que la depresión es un proceso que tiene muchos síntomas que provocan aún más depresión, aunque pensándolo bien más que síntomas son aliados de la depresión cuya única finalidad es que te sigas sintiendo deprimido o deprimida.
Esta “enemiga no enemiga” tiene aliados
El primer aliado de la Depresión es la apatía o falta de interés, si te sientes poco motivado(a) por hacer las cosas es muy probable que te sientas aún más deprimido(a); pero esto no se detiene hasta ahí porque otro de sus aliados aliado es la fatiga, cuando uno se siente triste y cansado(a) y apático(a) la probabilidad de hacer cosas que nos permitan disfrutar de la vida es muy baja y por lo tanto en vez de obtener ganancias, acumulamos pérdidas, así mismo nuestro apetito y sueño se deterioran y si no comemos o dormimos bien menos ganas tendremos de hacer cosas benéficas para nuestra vida; otro de los poderosos aliados de la depresión son nuestros pensamientos, ya que la depresión le dice a nuestra mente cosas malas sobre nosotros mismos o sobre nuestro futuro y cuando te dices que eres un o una idiota, que eres incompetente o que no vales nada lo más lógico es sentirte extremadamente triste y no tener ganas de hacer nada; así mismo cuando te dices que el futuro es una porquería y que nada cambiará lo más probable es que te quedes sin hacer nada y que la Depresión siga creciendo; finalmente uno de sus aliados más importantes es la inactividad o la evitación, ya que cada vez que elijas no hacer nada, cancelar una cita, posponer una tarea importante o simplemente ver tus redes sociales en vez de resolver un problema que te aqueja, evitas por un lado enfrentarte a ese problema pero también evitas resolverlo, evitas una critica pero también evitas un abrazo, evitas el fracaso pero también el éxito y entonces acumulas más perdidas que ganancias hasta que tu estado de ánimo pierde la batalla deprimiéndote por completo.
Por ello es de suma importancia comprender en que momento una emoción es útil y bajo que circunstancias más bien termina por perjudicarnos.
Si requieres más información te invitamos a seguir leyendo este blog y a seguir nuestras redes sociales, recuerda que no estás sólo no sola.
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